Me tienes fascinada, me mantienes en ese estado de incredulidad cada día. No lo entiendo, no sé cómo te las apañas para hacerme reír a carcajadas aunque estés cansado, que me des un masaje aunque seas tú el que está estudiando, que finjas que te encanta mi regalo sólo porque lo he hecho yo. No sé, de verdad, cómo consigues cambiar drásticamente mi humor sólo con estar 20 minutos tumbados en silencio en tu cama. Ojalá yo sea capaz de provocar algo similar en ti.

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