Normalmente llego a casa y mientras me ducho trato de entender por qué estoy tan cansada. Generalmente encuentro una explicación (entregas, muchas horas de clase, compromisos...), pero hay días que por más que pienso no lo entiendo. Calculo las horas que llevo fuera de casa (no son demasiadas), las clases que he tenido (sólo un par), el estrés que me han supuesto (lo estándar), confirmo que te he visto y hemos tenido un rato para nosotros (esto suele ser fundamental)... nada, es incomprensible, estoy agotada y no sé por qué. Debe ser que hay luna llena.

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