Me gusta verte conducir


Estás mirando al frente, te concentras en los otros coches, te mueves con seguridad, te relajas, me sonríes, me acaricias la rodilla en las rectas. Me gusta porque me encanta tratar de distraerte, hablarte, hacer que me mires de vez en cuando... y me gusta porque me siento genial cuando consigo que me des un beso en cada semáforo.


Hace ya tiempo que me miró ese gato y, de momento, me veo en condiciones de decir que ya no creo que los gatos negros den mala suerte.


"Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" o como un libro con un título tan perfecto se queda ahí, en el título.

No tengo ganas de explicar nada. Parece mentira que casi sea diciembre y que ya estén las luces puestas y encendidas. Dentro de poco vendrá el típico momento agónico melancólico depresivo en el que nos proponemos hacer balance de otro año más (otro año menos que dolerse de esta cruz). No tengo ganas de hacer balance, no tengo ganas de que pase nada de nada.

Creo en tus tonterías para hacer mi risa estallar

Vaya pesadilla corriendo con una bestia detrás... dime que es mentira, un sueño tonto y no más. Deja que pasemos sin miedo.

Se podría decir que por fin he tenido cojones

Estoy contenta, llevo muchas noches sin dormir del tirón, pero estoy contenta. Me duele la tripa un poquito, estoy sola en casa, pero estoy contenta. No sé, cosas que pasan. Hoy tengo ese sentimiento de que tu vida está tomando el rumbo que querías, lo sé, esto está tirado.

No suelo hablar del pasado, no me gustan los fantasmas y no tengo tanta buena memoria como querría, pero hoy haré un esfuerzo.

Desde siempre he sido obediente, haciendo lo que me pedían cuando me lo pedían, eso me hacía sentir bien, buena chica. Hasta ahora todo había ido bien así, pero ya venía notando yo desde hace un tiempo que algo me estaba molestando de este sistema que me había montado, ya no me parecía la panacea que era antes. Algo rechinaba en mí cada vez que, aún sufriendo, pasaba por el aro. "Tienes que hacer algo, cambiar algo" es lo que me repetía todas las noches a las 4 de la madrugada. El cuerpo, que es un ente sabio, me dio un aviso notando que yo no haría nada por mí misma... y ha funcionado, algo ha hecho click y he decidido mandar a la mierda todo lo que no me sirva. No es que me haya vuelto una rebelde, es que ya es hora de hacer las cosas como necesito hacerlas. Me estoy haciendo valiente.


Yo me conozco, hasta hace unos meses si alguien me preguntaba sobre mi futuro no me lo imginaba, me veía aquí, como siempre, en la misma escuela, con los mismos profesores y los mismos compañeros competitivos... pero como he dicho, me conozco, y sé que las cosas van tomando forma en mi cabeza hasta que aparentemente un día tomo una decisión importante (no me engaño, que va, sé que le he dado mil vueltas), y ya la he tomado. Me voy de Erasmus, sí, está decidido. No va a poder ser el año que viene por un motivo muy gordo... pero en 6º me voy, me voy con todas las asignaturas de libre que me dejen. Lo necesito. No me veo con fuerzas de acabar del tirón.


No sé cómo explicarme últimamente. Me cuesta mucho, cada vez más. A ratos hay algo que me preocupa y a ratos eso mismo me tranquiliza, raro, ¿no?



"En la cocina, mesa por medio, hablamos del pasado mientras tomábamos una taza de café. Naoko hablaba cada vez más de Kizuki. Charlaba entrecortadamente, eligiendo las palabras. Nevó y dejó de nevar, pero el sol no salió un sólo instante durante aquellos tres días. "


Hace un tiempo que vengo teniendo una sensación extraña. Me pasa sólo cuando estoy sola, y únicamente algunas veces. No sabría explicar exactamente en qué consiste. Me quedo paralizada, sentada, tumbada, y las ideas en la cabeza me dan vueltas. Si esto fuera un diario de verdad, probablemente sería más directa, pondría nombres, explicaría y trataría de analizar qué es lo que está mal últimamente. Siempre he querido ser una persona más analítica, pensar "tengo esta sensación" y responderme "debe ser por A que junto con B me lo provocan", pero me da miedo ser aún más fría con la gente. Hoy en día la gente no quiere que seas fría. Pero me asalta una duda eterna, creo tenerla bastante calada y me parece entender en qué consiste, pero es algo sin precedentes y me da pánico. Es la sensación del cambio inminente. Pero no sería para tanto si no se desvaneciera cada vez que trato de hacer algo al respecto.

PD: los bosques noruegos me han afectado demasiado.

Es muy curioso cómo la gente se cree dueña de sus decisiones.



Quiero decir, imaginemos un sujeto al azar, mediocre, feliz y aburrido como cualquiera de los que pueblan este planeta. Imaginemos que un día algo perturba su rutina y se da cuenta de que tiene que tomar una decisión. Él, sujeto completamente seguro de su inteligencia, se convencerá de que ha sopesado los pros y los contras, ha meditado a fondo la cuestión dejando pasar el tiempo estipulado y se levanta seguro de haber tomado una decisión. Estará tranquilo porque cree que ha hecho un gran ejercicio mental, pero lo que sabe y no quiere escuchar es que la decisión ya estaba tomada. Si el sujeto fuera sincero consigo mismo estaría de acuerdo conmigo en que él ya sabía cuál iba a ser, es sencillo, tomamos las decisiones en función de nuestras necesidad, mera supervivencia. Si el sujeto dejara de ser ordinario y gris como la masa del planeta y escuchara a sus necesidades no necesitaría engañarse a sí mismo con reflexiones sin sentido y sabría al instante qué decisión le toca tomar.


Pero es diferente que, siendo consciente de que decisión te toca, te de un miedo horrible aceptarla, retrasando el momento con reflexiones estúpidas que más parecen una lucha interna que un debate coherente.


Creo que dedico demasiado a imaginar que estás conmigo.

Llevo mi cámara y todas sus cositas en una bandolera, es de la marca Olympus y mi cámara es una Canon, por eso la gente a veces me mira un poco raro (además de que la mochila está llena de hilillos y tiene el velcro un tanto débil ya), pero es que la gente suele ser tonta y no entienden que yo la lleve porque me dé la real gana. Esa bandolera la llevaba mi padre, de quien heredé casi seguro todo mi interés en la fotografía, estoy segura de que le haría sonreír verme con mi réflex sacando fotos a flores como siempre hacía él. Era su pasión y de pequeña yo, que no era tonta, sabía que le hacía ilusión que siempre siempre siempre me dejara hacer fotos. Por eso soy la que más fotos de enana tiene entre mis hermanos.

Todos necesitamos que alguien nos mire. Sería posible dividirnos en cuatro categorías, según el tipo de mirada bajo la cual queremos vivir.




" La primera categoría anhela la mirada de una cantidad infinita de ojos anónimos, o dicho de otro modo, la mirada del público. Ese es el caso del cantante alemán, de la actriz norteamericana y también del redactor con largas barbas. Estaba acostumbrado a sus lectores y, cuando un buen día los rusos cerraron su semanario, tuvo la sensación de que el aire era cien veces más enrarecido. Nadie podía reemplazarle la mirada de los ojos desconocidos. Le pareció que se ahogaba. Entonces fue cuando advirtió que la policía vigilaba todos sus pasos, que oían sus conversaciones por teléfono y que hasta le sacaban en secreto fotos en la calle. ¡De pronto los ojos anónimos estaban otra vez en todas partes y él podía respirar de nuevo! ¡Estaba feliz! Se dirigía con voz teatral a los micrófonos de las paredes. Había encontrado en la policía al público perdido.

La segunda categoría la forman los que necesitan para vivir la mirada de muchos ojos conocidos. Estos son los incansables organizadores de cócteles y cenas. Son más felices que las personas de la primera categoría quienes, cuando pierden a su público, tienen la sensación de que en el salón de su vida se ha apagado la luz. A casi todos ellos les sucede esto alguna vez. En cambio, las personas de la segunda categoría siempre consiguen alguna de esas miradas. Entre éstos están Marie-Claude y su hija.

Luego está la tercera categoría, los que necesitan de la mirada de la persona amada. Su situación es igual de peligrosa que la de los de la primera categoría. Alguna vez se cerrarán los ojos de la persona amada y en el salón se hará la oscuridad. Pertenecen a este grupo Teresa y Tomás.

Y hay también una cuarta categoría, la más preciada, la de quienes viven bajo la mirada imaginaria de personas ausentes. Son los soñadores. Por ejemplo Franz. El único motivo de su viaje hasta la frontera de Camboya fue Sabina. El autobús traquetea por la carretera tailandesa y él siente que su larga mirada se fija en él."

Milan Kundera






Alguien me contó que llevaba 100 días encerrada en aquel bar pidiendo fuego o alguna pista que le ayudara a encontrar la luz dentro del laberinto, el mapa donde está escondido el mar donde arden las promesas donde solías naufragar. Cien días escondiéndose del gris cielo de marzo y sus atascos, tragando niebla por la nariz, soñando contigo en los lavabos, jurando no salir con vida, sellando todas las salidas, buscando en un mar de ginebra una playa en la que encallar.


Me da igual salir con gente que no conozco. Puedo levantarme con ganas de ser simpática o con ganas de pasar de todo, si estoy en un día afortunado y me convierto en ser sociable, la gente no suele caerme bien (no es culpa mía, es que hay mucha gente gilipollas, y bastante tengo conmigo misma). Sé que yo les caigo bien, pero mientras me hablan no puedo evitar juzgar y sacar conclusiones. Eso no quiere decir que no haya gente buena, gente buena puede caerme mal. En realidad no sé cuál es la combinación de conclusiones que tengo que sacar para que alguien me caiga bien, eso lo decide mi subconsciente y yo ni me entero, sólo sé que hay demasiada gente gilipollas, y pocos gilipollas me caen bien.

Hacer la compra, comprar una botella, beberla en pareja, hacer cosas bajo la mesa.




" La mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz. "


Hoy no estoy para nadie ya que nadie está para mí.

Tomás le decía: hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias.

Recorrido de acupuntura

No sé cómo explicar todo lo que sentí y siento desde entonces. Ahora resulta que me canso con poco esfuerzo y que me planteo cosas que antes no me preocupaban, ahora resulta que tengo un poco de miedo a que se repita y voy como a medias todo el rato. Sólo espero que se me pase.

Nos vamos a la playa

coches en circuito cerrado
Durante el curso siempre me digo a mí misma que cuando estoy de vacaciones debería disfrutar más de esa sensación de no tener que hacer nada, y esta vez creo que por fin lo estoy consiguiendo.

Pero este vestido no tiene vuelo

- ¿Me llevas a tu cama?
- Si me das un beso te llevo hasta la Luna.

She believes in what she sees and she’s blind when she can’t see me.

No suelo mirar de frente a la cámara
She can promise, she can swear that she won’t smile and she smiles since she wakes up.

dormimos juntas

Hoy he hecho fotos a escondidas, he sacado el metro y lo he usado con precisión por si a caso y he abierto autocad por primera vez desde que estoy de vacaciones.


Me tienes fascinada, me mantienes en ese estado de incredulidad cada día. No lo entiendo, no sé cómo te las apañas para hacerme reír a carcajadas aunque estés cansado, que me des un masaje aunque seas tú el que está estudiando, que finjas que te encanta mi regalo sólo porque lo he hecho yo. No sé, de verdad, cómo consigues cambiar drásticamente mi humor sólo con estar 20 minutos tumbados en silencio en tu cama. Ojalá yo sea capaz de provocar algo similar en ti.

Enamorarse es fácil, el verdadero reto es mantenerse enamorado.

Vamos bien, dijimos, vamos bien

windy days
Quiero parar el tiempo, si no le doy cuerda a ningún reloj del mundo, si logro pararlos todos ya estará, pero como ese cantante yo he soñado que una multitud me perseguía gritando que no lo iba a conseguir. Es que me cuesta tanto resignarme...



Es impresionante como después de más de dos años siga echándote de menos cuando no te tengo un fin de semana.

Me despierto muerta de calor. Toda la habitación a rayas.


Me entretengo viendo como el sol las dibuja en las persianas.

Di la verdad, llevas tiempo sin romper sin romper muñecos.

Curada al fin me permito el lujo de observar tu pelo raro, y creo que ahora fumas demasiado... hablas como si te hubieran preguntado.

Ei estira’t aquí que surt el sol i no vull dormir.


Te he visto cambiar con las estaciones.

Vestido floreado reflejado en un hotel de Madrid
La retrospectiva no me sienta bien.


Echo de menos las cosas simples.


Desaprender todo lo que aprendí.

Calatrava, mejor no mirar directamente
Me doy cuenta de que la mitad de las veces no escribo nada porque me da pereza intentar entender todo lo que se me pasa por la cabeza.

Me estoy quedando ciega con tanta luz.

Te podré seguir a cualquier lugar.

Por lo visto hemos superado eso de 24 horas al día juntos, nosecuantos días a la semana... si no fueras tú estaría acojonada.



Cosiéndome lazos en las flores. Es primavera.

chaflán


Como un impulso eléctrico me partió en dos con su descarga.

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